domingo, 29 de abril de 2018

HACIENDA IBARBURU TRES AÑOS DESPUÉS

Estuve aquí hace tres años, desde entonces tenía muchas ganas de volver. Hace poco lo hice en compañía de mis amigos José Antonio y Antonio Jesús.




Esta vez pudimos entrar en todas las dependencias, todas ellas expoliadas en la actualidad, y explorar habitaciones, pasillos, capilla, patios, cuadras, bodegas y almazara. 




Nos sorprendió el grado de deterioro de la hacienda en los últimos tres años, la dejadez de propietarios e instituciones en este edificio catalogado como Bien de Interés Cultural.

El saqueo a que ha sido sometido este lugar incluye, además de la mayor parte de la rejería, las magníficas columnas que sostenían las arcadas del lado oeste del patio, lo que ha hecho que un sector de la planta alta se haya derrumbado por completo.


Poca esperanza de supervivencia parece haber para este ejemplo de hacienda barroca andaluza, que cada día que pasa se va pareciendo más a un enorme montón de escombros, gracias en gran parte a la indolencia y a la ineptitud de los políticos responsables de su cuidado y conservación.

miércoles, 18 de abril de 2018

PABELLÓN DE LOS HEXÁGONOS

He aquí otra gran asignatura pendiente que tenía desde hacía bastante tiempo. Por fin este pasado fin de semana, en compañía de mi amigo Faustino Calderón, he tenido la ocasión de venir hasta aquí.


Se trata de un magnífico edificio diseñado por los arquitectos Ramón Vázquez Molezún y José Antonio Corrales Gutiérrez para la Exposición Universal de Bruselas del año 1958.



Aunque pueda parecer mentira, el edificio causó sensación en dicho evento y se alzó con el primer premio, por delante de los pabellones diseñados por Stone (EEUU), Van den Broeck (Holanda), El Hanani (Israel) o Mayekawa (Japón).





Acabada la Exposición Universal, fue desmontado en su lugar de origen y vuelto a montar en Madrid durante el año de mi nacimiento, 1959, donde se cae a pedazos desde entonces.



A ninguna institución parece importar mucho el futuro de esta parte importante de la historia reciente de nuestra arquitectura, mucho más valorada fuera de nuestras fronteras que aquí. 







Probablemente la ruina del Pabellón de los Hexágonos es hoy día una realidad molesta para los políticos, mandamases y parlanchines del país, demasiado ocupados en gestionar sus propias miserias y anhelos.